Lamarckismo

Retrato de Jean Baptiste Pierre Antoine de Monet, conde de Lamark.

Lamarckismo es el término usado para referirse a la teoría de la evolución formulada por el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck a principios del siglo XIX. En su libro Filosofía zoológica (1809) Lamarck propuso que las formas de vida no habían sido creadas ni permanecían inmutables, como se aceptaba en su tiempo, sino que habían evolucionado desde formas de vida más simples. Describió las condiciones que habrían propiciado la evolución de la vida y propuso el mecanismo por el que habría evolucionado. La teoría de Lamarck es la primera teoría de la evolución biológica, adelantándose en cincuenta años a la formulación de Darwin de la selección natural en su libro El origen de las especies.[1][2]

Lamarck en su teoría propuso que la vida evolucionaba «por tanteos y sucesivamente», «que a medida que los individuos de una de nuestras especies cambian de situación, de clima, de manera de ser o de hábito, reciben por ello las influencias que cambian poco a poco la consistencia y las proporciones de sus partes, de su forma, sus facultades y hasta su misma organización».[3]​ Sería la capacidad de los organismos de adaptarse al medio ambiente y los sucesivos cambios que se han dado en esos ambientes, lo que habría propiciado la Evolución y la actual diversidad de especies.

Como mecanismo para traducir esos presupuestos en cambios evolutivos, propuso el mecanismo conocido como «herencia de los caracteres adquiridos», refiriéndose a la capacidad de los organismos, hasta el día de hoy no demostrada, de trasladar a la herencia los caracteres adquiridos en vida. Esta herencia no sería ni directa ni individual, sino que sería tras largo tiempo de estar sometidos a parecidas circunstancias y afectarían al conjunto de los individuos del grupo sometido a esas circunstancias.

La teoría de Lamarck no se tuvo en cuenta en el momento de su formulación, siendo cincuenta años más tarde, con la publicación de El origen de las especies, cuando los evolucionistas y el propio Darwin la rescataron para intentar cubrir el vacío que la selección natural dejaba al no proponer la fuente de la variabilidad sobre la que actuaría la selección.

A principios del siglo XX, con la formulación de la barrera Weismann, que enuncia la imposibilidad de transferencia de información entre la línea somática y la germinal, el lamarckismo fue desechado por considerárselo erróneo. No obstante, durante el siglo XX han existido evolucionistas que han defendido el lamarckismo, existiendo en la actualidad voces desde la biología y el evolucionismo que reivindican su reformulación.

Lamarck, su Filosofía zoológica (actualmente sería teoría zoológica) me parece el libro más importante de la biología que se haya escrito jamás. Lamarck fue el que aplicó el concepto de biología al estudio de los seres vivos dotándole de una base teórica para que tuviera consistencia. [...] Era una persona que tenía una capacidad impresionante de comprensión de la Naturaleza, tenía una visión bellísima de la Naturaleza...
Máximo Sandín, La evolución a 150 años de Darwin, conferencia en la Universidad de Oviedo, 16/11/2009.[4]

En la actualidad, el lamarckismo ha quedado simplificado como la teoría de la «herencia de los caracteres adquiridos». La síntesis (neodarwinismo) formulada en los años 1930, según la cual, la vida evoluciona a consecuencia de mutaciones aleatorias en el ADN fijadas por la selección natural, es considerada, por la mayoría del estamento académico, más satisfactoria para explicar la evolución.

  1. La primera teoría integral de la evolución fue presentada a comienzos del siglo XIX por Jean-Baptiste de Monet de Lamarck, quien, en buena medida, era un producto de la Ilustración, tanto por su determinación de ofrecer una explicación naturalista de la evolución como por su enfoque sistémico. Dominó acabadamente la física, la química y la geología antes de embarcarse en la búsqueda de evidencia de que la evolución biológica había ocurrido realmente. También sugirió un mecanismo de la evolución, por el cual podían surgir nuevas especies a través de cambios en la relación entre el organismo y su ambiente durante la búsqueda del primero por satisfacer sus necesidades básicas, y la producción en consecuencia de nuevas modificaciones en sus características, las que se vuelven hereditarias luego de muchas generaciones.
    Mae-Wan Ho, 1988, «Genetic engineering», p. 90.
  2. Mención aparte merece el naturalista francés Jean Baptiste Antoine Pierre de Monet, conde de Lamarck (1744-1829). Aunque denostado por el darwinismo por su teoría de los rasgos adquiridos, fue uno de los mayores defensores y divulgadores de las ideas evolucionistas antes de Darwin. Fue de los primeros que explicó la variedad y cambios morfológicos en los organismos: la función crea el órgano, a través del tiempo y las condiciones oportunas. Acuñó el término Biología y estableció la diferencia básica entre vertebrados e invertebrados.
    Eugenia Ramírez Goicoechea, Evolución, Cultura y complejidad.
  3. Filosofía zoológica, p. 56.
  4. Máximo Sandín, La evolución a 150 años (luz) de Darwin. Conferencia en la Universidad de Oviedo, 16/11/2009. Una visión crítica de la teoría de Darwin. (formato vídeo), 13:15

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